¿ES LA EDUCACIÓN CASTELLANO LEONESA BUENA PARA NUESTROS ESTUDIANTES?

    Como ya sabemos todos, Castilla y León es la Comunidad Autónoma más extensas de España y Europa, compuesta por nueve provincias, sin embargo, es de las más despobladas del continente. 

    Una de las características más importantes de esta comunidad autónoma, según datos aportados por la Consejería de Educación de Castilla y León en el año 2020, es que esta comunidad ha obtenido una media de 534 puntos en las pruebas de Competencia Global del Informe PISA 2018, [1].

    Esta puntuación sitúa al sistema educativo castellano leonés en el segundo puesto entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), únicamente por detrás de Canadá, que consta de 554 puntos, y con la misma puntuación que Escocia, [1]. 

    Es más, entre las Comunidades Autónomas españolas, Castilla y León ocupa el primer lugar, [1].


    Es importante remarcar que los resultados del Informe PISA 2018 muestran que los alumnos de una determinada comunidad presentan capacidades de analizar problemas sociales, comprenden diferentes visiones del mundo y muestran su disposición a adoptar medidas constructivas hacia el desarrollo sostenible. Es más, se ha observado gracias a este informe que los nieveles de rendimiento de Castilla y León son muy elevados: esta comunidad autónoma cuenta con un menor porcentaje en los niveles bajos y con mayor en el nivel 5, que es el máximo nivel de desempeño para esta competencia, [1].

    Por lo tanto, considero que el sistema educativo en Castilla y León dota de unos aspectos muy buenos que le permite ser la Comunidad Autónoma con mejores resultados. Además, en mi caso, uno de los aspectos más positivos que puedo remarcar de mi educación tanto primaria como secundaria ha sido la formación en mi primera lengua extranjera, Inglés. Durante estos años asisití a centros públicos que impartían el proyecto British Council, permitiéndome aprender inglés de una forma más natural, fomentando mucho la compresión y expresión oral en los primeros años. Esto se realizaba a través no solo de la asignatura de Inglès, pero de la impartición de otras asignaturas en este idioma, siguiendo una metodología más activa y diferente a las metodologías utilizadas en las materias impartidas en español. Para concluir con este apartado, considero que en Castilla y León se ha hecho un esfuerzo muy importante para el desarrollo de una enseñanza inclusiva en la que potencian todo tipo de capacidades en las aulas. 

    Sin embargo, pienso que uno de los aspectos más débiles que presenta este sistema y, por consiguiente, el sistema educativo español, son el número tan bajo de enseñanza práctica que imparte. Recuerdo cuando yo cursaba Biología o Química en el instituto. Acudimos muy pocas veces al laboratorio, pero en la segunda semana de mis clases en la Universidad, tuvimos que realizar diversas prácticas de laboratorio, que requerían de un previo conocimiento del uso del material y de alguna teoría que previamente no se impartió. Asimismo, considero que se debería preparar a los alumnos para ser capaces de leer, comprender y realizar un análisis de diferentes textos, como son sociológicos o científicos, preparándoles para su futura formación laboral, así como instruirles en la realización de buenas exposiciones orales, quitándoles el miedo escénico y aportándoles tácticas para hacer la exposición más dinámica e interesante. Finalmente, otro de los aspectos importante que considero que hay mejorar es la enseñanza del uso correcto de las tecnologías. Sin embargo, con esta nueva ley se están implantando todas estas medidas que he remarcado. 

    Seguramente me falten muchos más puntos tanto positivos como negativos que remarcar en este post. ¡Os animo a todos a comentar alguna de las ideas que os surjan y a comunicarme si estáis o no de acuerdo con lo que he escrito!

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